sábado, 29 de enero de 2011

Entre lo superficial y lo divino...

Mientras que obligada por las lluvias torrenciales me daba el lujo de un tiempo libre en mi rutina cotidiana se me ocurrió hacerme mi primer pedicure navideño. En ese momento mi hija mayor Sarita, entró a mi habitación y le provocò hacerse también las uñas y aburrida por el improvisado asueto escolar encendiò la t.v. En ese momento transmitían por EWTN un retiro de Adviento con un sacerdote cartujo muy bien dotado de la palabra y bastante carismàtico. Aunque no habían más de 10 personas en el mencionado retiro de Adviento la reflexión que dió me llegó al corazón: Sabías que la palabra BELEN (pueblito donde nació Jesùs) significa "Casa de pan"? Que Jesùs nació en un pesebre donde se le da de comer a los animales, donde se refugian de las tempestades, el frío y las inclemencias nocturnas como los animales salvajes? Y luego siguió la traducción: Jesùs es el pan bajado del cielo para la humanidad que nació en Belén, la casa del pan, un lugar donde se alimentaban y resguardaban los animales, en un pesebre (cuna) de madera porque él como Dios sabía que una vez clavado en una cruz de madera, (sitio contrario al pesebre de madera de su nacimiento) iba a ser alimento para nosotros en la Santa Eucaristía. Que tal?! La pregunta de reflexión para nosotros es: Me veo como un ser necesitado indefenso espiritualmente (quizás sea soberbio si respondo no) acepto que en las inclemencias y tentaciones de mi vida necesito refugio para mi alma? (Mi Iglesia o templo o la oración meditativa) Voy a recibir con frecuencia el Pan bajado del cielo para acercar mi alma imperfecta a la perfección y ser mejor para mí y los que me rodean cada día? Ahì te dejo esa reflexión...

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