lunes, 31 de enero de 2011

Bienaventurados los que sepan callarse...

Estas son a mi juicio las palabras mas bellas que Jesús pronunciò, una antesala a la gloria celestial a la que sòlo podemos llegar imitando santas, cumpliendo cotidianamente con oración, meditación, estudio y eucaristía, en conclusión, si no es contìnuamente de la mano de Jesùs que llevamos nuestras vidas cotidianas serà imposible aspirar a la Santidad absorbida por los vaivenes del mundo actual que debilitan nuestro espíritu. Me gustaría desglosar un poco para incluír de qué manera en la actualidad se adaptan a nosotros las Bienaventuranzas:
...Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo:
"Felices los que tienen alma de pobres, (los desperendidos, sencillos, los que se alegran con el compartir familiar y no con el consumismo, compras, gastos desenfrenados, etc; los que disfrutan la sencillez de la vida, naturaleza, amistad, cariño, amor a los trabajos cotidianos, los que ragalan sonrisas todo el tiempo) porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
Felices los pacientes (los que tratan de mantenerse centrados en el ideal de sólo contentar a Dios con sus obras, los que saben medir sus palabras, los que hablan sólo lo necesario e indispensable, los prudentes, los que en su meditación se gozan imaginàndose el reino de los cielos y saben callar porque callando esperan el tope de la felicidad prometida y la justicia luego de todas las injusticias terrenas)  porque recibirán la tierra en herencia.
Felices los afligidos (los que pese a haberse portado correctamente en la vida les ha tocado sufrir el mal caràcter de otros en silencio, las infidelidades, los irrespetos, el dolor de un hijo pecador, los que con su enfermedad y dolor purifican el camino al cielo para ellos y quienes les rodean, los que sufren pérdidas familiares) porque serán consolados. (Este consuelo debe ser parecido al que sentimos luego de una fuerte jaqueca, o dolor de estómago, nos dormimos dopados y despertamos con una alegría, claridad y lijereza y es porque nuestro espíritu sabe que nos purificamos con esas horas de dolor. Ese gozo debe multiplicarse en un 1.000 % en enfermos graves cuando finalmente alcanzan la Gloria celestial muriendo al cuerpo defectuoso terreno para despertar como àngeles radiantes al paraíso)
Felices los que tienen hambre y sed de justicia (perseguidos políticos, explotados en su trabajo, traicionados, violados, torturados, maltratados verbalmente, y peor aùn ignorados en su trabajo o tratados como si no existiesen) porque serán saciados.
Felices los misericordiosos (los que perdonan y olvidan pronto, los que tapan los defectos del prójimo con sus propios defectos, los que se ven a sí mismos como polvo y a los demàs como mejores que ellos, los que saben decir "perdón" a tiempo, los que buscan arreglar los problemas aùn sin haberlos causado, los que se conmueven con el sufrimiento y la soledad ajena y en vez de quedarse mirando corren al socorrer al necesitado con amor real de servicio, los que se dan sin esperar a cambio) porque obtendrán misericordia.
Felices los que tienen el corazón puro (los inocentes, los que no piensan en doble sentido, los que no buscan el placer propio, los que no se gozan en la pornografía, ni en la exitación personal, ni en las infidelidades) porque verán a Dios.
Felices los que trabajan por la paz (los que mas allà de quejarse por el mal gobierno todo el tiempo ofrecen soluciones concretas y trabajan constantemente por la armonía y paz ciudadana con amor, los que aman el lugar donde nacieron y luchan por convertirlo en un pedazo de paraíso familiar comenzando con su integridad y buen comportamiento, educando a los hijos como ciudadanos sensibles y conformando buenas relaciones con sus vecinos y compañeros de trabajo), porque serán llamados hijos de Dios.
Felices los que son perseguidos por practicar la justicia (los que denuncian atropellos, los que dan buenos consejos mansamente cuando ven comportamientos errados en otros, los que llevan la palabra de Dios y reciben burlas, malos tratos, rechazos y omisiones de sus buenos consejos, los que piden se escuchados para llevar amor de Dios y se les lanza la puerta en la cara, las madres que han llevado una vida de comportamiento intachable y son manchadas por chismes mal intencionados)  porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí.( Por ser justos, por dar buen ejemplo, por enseñar el evangelio y recibir rechazos de la gente)
Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario