miércoles, 16 de febrero de 2011

Carta de amor al Padre

Aunque la preocupaciones me agobien, aunque los miedos me atormenten, aunque me sienta sola y confundida, sé Padre que Tú estás conmigo. Tu vara y tu cayado me guían. Tu luz ilumina mi pedregoso camino. Tu PAZ me acompaña cada día. Siento tu amor como fuego suave en mi interior. Mi corazón late de gozo cada vez que voy a estar contigo, aunque el maligno trate de distraerme con preocupaciones sin sentido, tu ángel Celeste siempre me llama a las puertas de mi alma con voz amorosa y suave diciéndome que vuelva a ti, que regrese a tu amor y a tu paz. Mi vida no tendría ningún sentido si tú, Señor no me acompañas cada momento. Te amo Dios y mi vida es para Ti, para estar en la gloria del campo de colores del amor infinito donde las mariposas me besan la mejilla, los pájaros cantan con preciosas y variadas melodías, la suave brisa roza mi piel y la calidez del sol hace que brille mi espíritu. Quiero pasar el resto de mi vida corriendo en esas praderas de tu amor eterno donde me abrazas y me haces sentir cuanto me amas. Donde cada día compartimos contemplándonos, yo contemplo tu belleza e inmensidad. Quédate siempre conmigo, Señor, hazme sentir tu presencia en mi corazón, con los susurros de mi Ángel Celeste, con tu calidez matutina, con la Paz y la belleza de las lecturas de tu Palabra. Ojalá el resto del mundo sintiera el gozo que yo siento en mi alma hacia Ti .

No hay comentarios:

Publicar un comentario